jueves, 19 de mayo de 2011

Sobre las promesas y propósitos de año nuevo

Hace ahora casi 6 meses inicié mi camino por los blogs con ilusión y determinación, aunque tampoco pensé que duraría tanto, ya que las cosas que empiezo suelen terminar abandonadas (como por ejemplo una página web que creé allá por 2006 o 2007, desde hace algún mes inexistente por cortesía de los servicios de alojamiento web de iespana (mala gente :( )).

Sin embargo, aunque no a un ritmo trepidante y seguramente carente de la calidad de redacción y de la cadencia de escritura que desearía, sigo adelante, aún no me he rendido.

Últimamente, es decir, este mes, ha sido algo más ajetreado, sea por algún percance familiar, por la universidad o por cosas que afectan indirectamente a mis ganas de escribir.
Y lo que queda de mayo y parte de junio será igual, pues llegan nuestros queridos exámenes con una novedad este año: comienzan a finales de mayo y sin semana de estudio: ¡¡terminar clases y al día siguiente a hacer exámenes!! Super chuli, oye.

También me gustaría repasar algunas de las promesas que hice a principios de año y otra más de tarde, que además fue una recomendación de lectura a todos:
- Escribir en un blog: esa sigue cumpliéndose : )
- Hacer deporte: esta la he incumplido. La natación la dejé por horarios conflictivos, ya que al comenzar tarde y no haber posibilidad de comenzar más temprano, no podía hacer nada por las mañana antes de ir a clase a medio día. La bici, también incumplida, esta más bien por pereza...
Lo peor de todo es que necesito ambos deportes, mucho y en una intensidad superior, porque cuando me subo a un peso, los números que muestra nunca son más bajos :(
- Leer la biblia: esa sigue en pie, poquito a poco voy avanzando. Actualmente voy por el final del libro Deuteronomio. Es bastante, pero aún queda muchísimo, su lectura va a ser bien larga, pero al menos tiene cosas interesantes, que es uno de los motivos de su lectura.

Eso es todo por hoy, un saludo y... ¡hasta pronto!

domingo, 15 de mayo de 2011

En busca de programas de subtitulado

En realidad, esto que he escrito está destinado para una tarea de la universidad. Pero para no desperdiciar el tiempo empleado en su escritura lo publico aquí. No es nada del otro mundo, pero si a alguien le interesaba el tema y no sabía por dónde empezar, quizá esto le guíe un poquito :)

Actualmente, en Internet podemos encontrar miles y miles de programas de casi cualquier cosa imaginable; basta pensar en algo, realizar una búsqueda (en un portal como Google, por ejemplo) con dos palabras (donde una de ellas sea «programa») y lo más seguro es que encontremos más de cinco utilidades diferentes, por decir una cifra.

Sin embargo, en el ámbito del subtitulado (en el apartado técnico) la variedad no es tan amplia y no es fácil encontrar los programas que circulan por la Red si no se tiene un mínimo conocimiento del tema, pues uno se realiza preguntas como ¿Cómo empiezo a buscar?, lo dicta la experiencia propia.
Aún visitando un directorio de programas como Softonic, sigue siendo una ardua tarea en la que tendremos que ir a la sección Video, seguidamente a la de DVD y Divx y, por último, a Subtítulos para llegar a donde se encuentra la lista que buscamos.

Ahora, al ver un total de cuatro páginas de diferentes programas, podríamos pensar que se ha acabado la búsqueda, pero por desagracia aquí tampoco reina la idea de Cuantos más, mejor, puesto que la mayoría de lo que vemos no tiene gran utilidad práctica debido a su diseño, sus funcionalidades o simplemente porque no sirve a nuestros propósitos, además de desconocer si alguno es bueno. Es, pues, necesario hacer una criba, y ahí entra en juego un factor del que carece quien busca; la experiencia o conocimiento.

Por ello lo que necesitaríamos para adquirir algún conocimiento es cambiar los objetivos de nuestra búsqueda a conseguir información sobre las utilidades informáticas destinadas a tal fin. Para tal propósito escribimos dos palabras genéricas como subtitular programas, leemos los resultados ofrecidos por el buscador y encontramos un artículo en Wikipedia con el título de Subtítulos, el cual abrimos.

Si no sabíamos nada del tema, sería recomendable leer todo el artículo, que nos dará una idea del mundo del subtitulado dándonos a conocer los principales formatos de subtítulos, formatos de video y otros aspectos. Además, leer el artículo de la misma enciclopedia llamado Video sería un buen complemento.

Pero lo leído no es suficiente, ya que aunque ahora conocemos los formatos de subtítulos más populares, no sabemos cómo crearlos. Por ello, si nos fijamos en el final, vemos Véase también, y dentro de esta sección Substation Alpha.

Hemos llegado al lugar que, sin saber que fuera éste, estábamos buscando, a donde se nos explicará cómo es este formato de subtítulo y, un par de programas de subtitulado, de los que destaco por ser actualmente los más utilizados a Aegisub y Subtitle Workshop.

Ya sabemos sus nombres. Por lo tanto, sólo resta una cosa por hacer y que ya no guiaré; probarlos y aprender a usarlos, sea de forma autónoma o sea siguiendo alguno de los numerosos manuales de uso que proliferan por la Red.

domingo, 8 de mayo de 2011

Quién sabe

Entradita para entrar en calor este mes, que no he escrito nada aún. Le llega el turno a la palabra «quizá», presente por cierto en una conocida canción de Sara Montiel:
Tomando a la RAE y a ESPASA como fuentes, por un lado tenemos que el origen de quizá o quizás tiene su primer origen en la expresión latina qui sapit, «quién sabe»,  que luego, ya en castellano antiguo, aparece bajo formas más parecidas a la actual, que son quiçab y quiçabe.

De su uso el Dpd nos cuenta:
quizá. Adverbio que expresa duda o probabilidad: «Neruda es un gran poeta. Quizá el más grande de todos los poetas» (Skármeta Cartero [Chile 1986]). Por analogía con otros adverbios acabados en -s, se creó la forma quizás, igualmente válida: «Quizás Casiana tenga razón» (Parrado 1905 [Cuba 1984]).
Si cambiamos de lengua y vamos al país vecino, en italiano, encontramos una estructura igual a la española, chissà, formada por chi y sa («quién» y «sabe»). Os suena, ¿verdad?

Sin embargo, si hablamos en francés, la cosa cambia, desaparece la idea de saber o no saber y encontramos peut-être, «puede ser», cuya primera documentación es del mismo siglo que la del español, el siglo XII, en la forma de put cel estre.

En inglés, a falta de una hay dos. Perhaps, originada por per y haps, by, through y el plural de hap, que tendría el significado de chance. Sería entonces, aventurándome en tierras pantanosas, algo así como por azar/casualidad. La otra que encontramos es maybe, que significa «puede ser».


La culpa de hacer esta entrada es de chissà, por haberla aprendido y pensar que era como en español :)