domingo, 2 de octubre de 2011

Apuntes sobre la evolución de las lenguas

No sé si lo he escrito anteriormente, pero las lenguas son apasionantes (las que se hablan :P). Cuando descubro algo y ato cabos, me emociono. Descubrir que una palabra aparentemente diferente es en realidad muy parecida a otra es algo genial.
Durante la visita que recibí este pasado agosto se me abrieron los ojos aún más con una improvisada (y corta por desgracia) lección de historia de la lengua francesa.

Hasta ahora, lo único que sabía era que (en castellano, y espero no estar equivocado) muchas de las H actuales antes eran una F, lo que convierte palabras como hijo en fijo, que se asemeja más a su forma origen filĭus, tras lo cual establezco una más clara semejanza con su forma francesa fils y a su forma italiana figlio.

Otra palabra, higuera, es también resultado de esta evolución, que en latín es ficarĭa, siendo en francés figuier. Sin embargo, en este caso la palabra italiana a derivado de otra, no siempre todo es así de sencillo :P

Como último ejemplo antes de pasar a las «novedades», he escogido la palabra harina, que no ha variado casi nada en castellano, italiano y francés con el paso del tiempo. Su origen latino es farīna, siendo casi exactamente igual en italiano con farina y en francés con farine.

A esto debo ahora añadir dos más, pero esta vez de la lengua francesa, que están ambas presentes en una misma palabra como château.
Por un lado CH, que antiguamente se pronunciaría según el fonema /k/ y, por otro lado, ^ (el acento circunflejo), que en francés indica que antes, tras la vocal que  cubra cual sombrero, había algo.
Si entonces juntamos las piezas de este puzle (y tomamos como referencia su origen latino castellum), obtendríamos kasteau; ahora sí que se parece a su raíz y sus hermanas italiana y castellana (castillo y castello).

Para que se quede mejor grabado en la memoria, he buscado otras tres palabras:
  • La primera es mât, que deriva de mast. En este caso, la letra que desaparece es de nuevo la S. Comparte origen con su compañera castellana mástil.
  • La segunda es chameau, del latín camēlus (que viene a su vez del griego kamelos). Es castellano es camello y en italiano cammello.
  • La tercera y última es gâteau, cuyas formas precursoras son gastel o wastel, y la letra desparecida otra S.
He de decir también que comprobando el origen de la palabra castellana me he encontrado con que el diccionario de la RAE da su origen de la siguiente manera; (Del fr. ant. pastel). Y según Le Petit Robert y el CNRT su forma en francés antiguo es gastel.No sé si es un error o no :S

Y eso es todo lo que hasta ahora he aprendido sobre el tema. Si me he equivocado en algo, pido disculpas y agradecería alguna referencia sobre el tema :)

¡Saludos a todos!

4 comentarios:

  1. No puedo decir nada más que es muy interesante y a veces conocer estas relaciones entre palabras ayuda a aprenderlas mejor... otras te hacen confudirlas y no saber a qué idioma pertenece cada palabra.

    ¡A seguir con mensajes tan interesantes! :P

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  2. Grazie mille, amico Pcls. En dos años hago otra así jaja

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  3. Aunque algunas cosas ya las conocía, siempre es interesante encontrar estos datos sobre la evolución.
    ¡Gracias por escribirla1

    Besos :)

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  4. Lo que yo sé son cosas que otros ya saben y yo no sabía, como casi todo xD
    De nada, bisous!

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